Arpones azilienseses

Epipaleolítico (Aziliense / Microlaminar)

Epipaleolítico

El Epipaleolítico es un tecnocomplejo transicional entre el Paleolítico y el Mesolítico. Está datado entre el 11.000 y el 9.000 BP, correspondiéndose con el final del Pleistoceno (frío), que da inicio al Holoceno, el último período del Cuaternario (y nuestra etapa geológica actual). Se produce un atemperamiento climático que causa muchos cambios en el modo de vida del Homo Sapiens: las costas se inundan (sube el nivel del mar), la superficie boscosa crece y los animales adaptan su comportamiento. El aumento demográfico iniciado durante el Paleolítico Superior es otro de los motores del cambio en la sociedad epipaleolítica.

Durante esta etapa se aprecia una reducción en el tamaño de los útiles y una progresiva sedentarización en la que los asentamientos se utilizan de forma más estable: los movimientos corresponden más a necesidades logísticas (caza, materia prima, recolección) que habitacionales.

También es destacable la drástica reducción de las manifestaciones simbólicas y artísticas respecto del Magdaleniense.






Epipaleolítico Aziliense (11.000 – 9000 BP)

El término Aziliense alude al yacimiento de Mas D’Azil, en Francia, por el estilo de puntas hallado en dicha cueva. Se trata de piezas de pequeño tamaño en comparación al período anterior. También se han hallado multitud de raspadores unguiformes que no superan los dos centímetros de largo.

Epipaleolítico: puntas Azilienses
Epipaleolítico: puntas Azilienses, Museo de Toulouse, Francia. Foto: Wikimedia Commons

En la industria ósea destacan los arpones perforados en en la base y que frecuentemente incorporan una hilera de dientes. Se especula que posiblemente la reducción de piezas de este material puede venir causada por la mayor disponibilidad de madera, aunque es una teoría que no ha podido ser demostrada por la arqueología.

Arpones azilienseses
Arpones azilienseses. Foto: Wikimedia Commons

El ser humano del aziliense diversifica sus recursos alimenticios y comienza a aprovechar la abundancia de recursos marítimos o de río, los caracoles terrestres e incluso la recolección estacional.

Esta cultura se puede encontrar a lo largo de la Cordillera Cantábrica, destacando los yacimientos de Los Azules (Asturias), Cueva Morín y Abrigo de la Mina (Cantabria).





Epipaleolítico Microlaminar (11.000 – 9000 BP)

Epipaleolítico Microlaminar Museo de Villena
Epipaleolítico Microlaminar de la Cueva del Lagrimal. Museo de Villena

En el Epipaleolítico Microlaminar, al igual que ocurre en el Aziliense, la industria lítica presenta un alto número de raspadores y de microlitos. Se diferencia con el anterior en su ubicación (arco mediterráneo y cuenca del Ebro principalmente) y por sus tallas más características: las facies Sant Gregori y las Mallaetes.

Las Facies Sant Gregori deben su nombre a un yacimiento del Delta del Ebro, aunque también en la provincia de Alicante se han encontrado piezas de esta tipología: raspadores, piezas microlaminares y de sustrato.

Las Facies Mallaetes se encuentran fundamentalmente en la costa valenciana. En sus yacimientos la composición de las piezas es similar a Sant Gregori, pero con menor presencia de raspadores y microlitos. Su proceso de producción es mucho más sencillo.


Para saber más / fuentes consultadas

    • Menéndez, M. (coord.) (2012). Prehistoria Antigua de la Península Ibérica. Universidad Nacional de Educación a Distancia. ISBN 978-8436265620.
    • Fortea Pérez, F.J. (1973). Los complejos microlaminares y geométricos del Epipaleolítico mediterráneo español. Universidad de Salamanca. ISBN 84-600-5678-3.
    • Cueva de los Azules. Web oficial de Turismo Asturias. www.turismoasturias.es